Hay silencios que lo dicen todo, y
palabras que no dicen nada.
Y miradas
que saben a beso, y príncipes que ahora son ranas.
Hay emociones que no caben en
verso, y versos vacíos y sin vida.
Y vidas
que, aun con ganas, no se atreven a ser vividas.
Hay gritos que parecen cantos, y
melodías que sólo tú conoces.
Y
mundos que son tan complejos, que ni se atreven a crearlos las voces.
Y qué si no eres perfecto, y qué
si cometes errores. Por algo eres humano.
Al menos,
los reconoces.
Pero a veces te amilanas, a veces
te cuesta actuar.
Crees
que si hay riesgo de estar triste no interesa ni intentar.
Y un día, de pronto, piensas: “¿Qué
pasaría si lo lograra?”
Y
enseguida lo deshechas, desprestigiando esa corazonada.
Ahórrate la vergüenza, ahórrate el
pesimismo.
No
pongas en juego tu felicidad sólo por vivir “tranquilo”.
Lo difícil no es vivir, que eso se
hace respirando.
Lo
difícil, es sentir.
Y eso se alcanza actuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario