domingo, 5 de junio de 2016

SIN-RAZONES

Al final tendremos corazones a prueba de errores, a prueba de balas. Corazones que han sufrido demasiado y que ya no se toman tan en serio el mal de amores. Corazones demasiado duros, ya que una vez rotos, se arman con materiales menos endebles. Corazones que quisieron y que ahora quieren, simplemente, no sufrir. Acaban anestesiados, pero esto no significa que dejen de latir.

Y es que al final de la corrida, el corazón acaba doliendo por amores que nos nublan la razón, que nos congelan el cuerpo y nos queman el alma. Amores que nos hacen darnos cuenta de que no todo tiene sentido, ni lógica, ni nada. Y por esa misma lógica ilógica, ¿no podríamos también dejar de sufrir?

No sé si es triste o locura, o simplemente algo sensato, dejar de sufrir por algo que no puedes entender. Pero por mucho que lo digamos, por mucho empeño que pongamos, acabaremos cayendo de nuevo. Menos veces, es cierto. No nos dejaremos embaucar tan fácilmente, sabemos lo que duele cuando acaba, si acaba. 



Y es que al final lo que acaba doliendo no son los corazones, sino las sin-razones. Será por eso, que el amor es el misterio más bello que encierra el alma humana. Será que, a fin de cuentas, corazón se escribe con "sin", y no con "co".

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